lunes, 10 de noviembre de 2014

Brasil, cuna de campeones

Este país no sólo se caracteriza por ser uno de los mejores en fútbol, también lo es con el Vale Todo. Además, es reconocido a nivel mundial por la técnica que poseen sus luchadores. A continuación, conocerás más acerca de estos personajes dueños de la Caipiriña.
Cuando hablamos de Brasil, lo primero que se nos viene a la mente es fútbol, garotas, Caipiriñas, las playas de Río, etc. Pero olvidamos que esta tierra es más que todas esas cosas juntas. Representa también las ganas de superación por los deportistas que en su mayoría empezaron en condiciones humildes. Como en el caso del futbol, donde se ha podido apreciar que los grandes cracks reconocidos a nivel mundial como Ronaldinho, Pelé, Roberto Carlos han atravesado una infancia acompañada por la pobreza, motivo que los empujó al camino del éxito.
Lo mismo sucede con el Vale Todo, este deporte de contacto no tuvo tanto soporte en un inicio como en el futbol (el Estado les proporcionó canchas, vestimenta, etc), sin embargo, poco a poco fueron naciendo luchadores que han ido destacando a través de la historia de la UFC por sus habilidades y técnicas de combate, dándole motivos al Estado para apoyar este deporte que está en todo su auge.
Uno de los grandes representantes brasileros de este deporte es el gran Anderson Silva, ganador de nada más y nada menos que de 16 victorias consecutivas y 10 defensas de su título en la UFC. Nacido un 14 de mayo de 1975, Anderson al igual que muchos deportistas compatriotas, tenía una familia afectada por la pobreza, razón por la cual tuvo que dejar su familia nuclear e ir a convivir sus tíos.
Los niños del barrio donde él entonces vivía entrenaban Jiu-Jitsu brasileño, y eran de un grupo exclusivo que podía pagarse las clases. Así que el futuro campeón aprovechó la oportunidad y empezó a entrenar con ellos. Este grande del MMA comentó en una entrevista: “cuando empecé a entrenar Jiu-Jitsu era realmente un deporte de élite en Brasil, y había algo de prejuicio hacia los niños más pobres, así que tuve que aprender muchas cosas por mi cuenta. Algunos de mis vecinos comenzaron a hacer Jiu-Jitsu, así que empecé a verlos, y luego comencé a practicar con ellos. No era de forma organizada, pero era mejor que nada”.
Cuando Anderson tenía la corta edad de doce años su familia con arduo esfuerzo fue capaz de pagar el dinero suficiente para que él empezara a entrenar otra disciplina que sería el Tae kwon do, luego pasó a la Capoeira y finalmente se asentó en el Muay Thai a los dieciséis años. Ya con estas disciplinas estaría apto para empezar su carrera en la MMA.
Aunque no todo fue tan fácil como parece. Silva se vio obligado a trabajar en la conocida cadena de comida rápida, McDonalds, para así poder costear su carrera y demás gastos. Si entramos en más detalles de su vida personal, Silva considera a Spiderman como su héroe favorito, he ahí el nacimiento de su chapa “Spider”.
Jose Aldo da Silva
Pero Anderson Silva no es el único icono brasilero a nivel mundial en el arte de la UFC, también tenemos a José Aldo da Silva Junior. Nació el 9 de setiembre de 1986 en Manaus, Amazonas. Al igual que Anderson, él también proviene de una familia bajos recursos, por lo que también fue muy difícil empezar su carrera en la MMA.
Al principio su sueño era ser futbolista profesional, pero la pobreza le quitó ese sueño. Fue un chico tan pobre que por necesidad empezó a trabajar y vivir en un gimnasio de artes marciales, lugar donde llegó el deporte de contacto a su vida.
Poco a poco lo dejaron acceder a las instalaciones para entrenar, pero la vida le jugó una mala pasada cuando fue por primera vez a probarse le dijeron que no estaba apto para hacerlo ya que su peso no era ideal y además estaba mal alimentado. Tenía muy en claro que la pobreza era uno de sus mayores dificultades.
Pero él jamás se dio por vencido. Entrenó duro la disciplina de Jiu-Jitsu inspirado por los hermanos Gracie. Dentro del Jiu-Jitsu llegó a competir a nivel amateur con muy buenos resultados. Más tarde, para complementar su formación marcial, empezó a entrenar Muay Thai, ya pensando en una posterior carrera dentro de las MMA.
José Aldo es una persona de muy poco peso, razón por la que siempre estuvo en categorías livianas donde los combates son muy dinámicos y erróneamente se cree que no hay K.O.s por falta de peso. Aldo ha marcado la diferencia y es una prueba viva de que esto no es así. Su impresionante record dentro de las MMA es de 19 combates, con 18 victorias (12 por K.O.) y una derrota.
Es un luchador técnico con un gran trabajo de puños y piernas del Muay Thai y muy buen desempeño en el suelo del Jiu-Jitsu. Acostumbra a utilizar técnicas poco comunes en el momento correcto, por lo que sorprende a sus oponentes en todas sus peleas. En el mundo de la MMA es conocido como “Scarface” porque cuando era niño sus hermanas lo pusieron en un hoyo de la barbacoa mientras su madre estaba distraída y se hizo una cicatriz en el lado izquierdo del rostro. Desde ese momento se ganó dicho apodo.
Y así como estos dos grandes exponentes, hay muchísimos más no solo en Brasil, sino también en todas partes del mundo. Este deporte está en constante crecimiento y por más rudo y salvaje que parezca, te disciplina el cuerpo y la mente, lo cual te convierte en una mejor persona, con buen temperamento y pacífica ante cualquier circunstancia.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Del campo de batalla al ring

Tiempos de batalla
Los orígenes del Muay Thai  se remontan unos  2000 años en el campo de batalla. En la antigüedad Tailandia era conocida como  el reino de Siam, donde las batallas con pueblos cercanos como Birmania y  Camboya eran constantes. Es por ello que los soldados y reyes  se especializaban en Muay thai. Para combatir a sus agresores, utilizaban, sus patadas,  puños, codos  y rodillas, además de armas de corta distancia como  lanzas y espadas .En aquella época las peleas eran sin guantes y las manos eran cubiertas por vendas empapadas con resina, cubiertas con fragmentos de cristales que provocaban heridas y mutilaciones en los adversarios. A pesar de que no existen datos escritos sobre la historia del Muay Thai, solo queda la tradición oral y sus historias son contadas generación tras generación a lo largo de los  años, que hablan  grandes hazañas de reyes guerreros y sus  batallones de soldados.

El Muay Thai como deporte
En el año 1604  las  peleas de Muay Thai se convirtieron en deporte profesional, ya que aquella época se caracterizó por ser una etapa de paz entre los reinos. En aquel tiempo  las aldeas competían unas contra otras en combates en donde se hacían apuestas. Las reglas de los combates  eran simples; no existían  en cuanto a peso, edad o estatura y se decidía el ganador cuando uno de los dos peleadores quedara en pie.
EL rey Rama V fue uno de los más famosos de la historia del Muay Thai, él se dedicó toda su vida  a popularizar este deporte que tanto lo apasionó, llevándolo al pueblo y organizando torneos y combates por todo el territorio Tailandés. Por aquel entonces empezó a organizar un campeonato en los jardines del Palacio Real en Bangkok  en donde se reunían los mejores peleadores de la región.  A partir de estos campeonatos el  rey Rama creó su propia escuela de combate, incluso creó el Ministerio de Educación de Tailandia  que fomentaba el deporte en la escuelas de todo el país.

Rituales y tradiciones
Hay cosas del pasado  que hoy en día sobreviven en el Muay Thai, los luchadores antes de entrar en el ring han de ponerse dos tipo de amuletos el mongkol (anillo en la cabeza) y el prajioud ( cinta alrededor de los bíceps) estos son objetos sagrados del Ramuay, una danza ritual del pleitesía. Antes de entrar a combate  los luchadores rinden homenaje a su entrenador  y rey mediante esta danza. Durante el combate suena un instrumento parecido al oboe, llamado Pinai, que un grupo de músicos toca durante los combate.  Esta danza ritual también es utilizada para homenajear  al maestro, ahuyentar  los malos espíritus e  implorar la fuerza de los dioses  y para terminar se retará al rival. Este tipo de rituales así como el respeto al rey , mantiene vivo la historia y la cultura del Muay Thai. En las escuelas de Muay Thai tradicionales no permiten entrenar mujeres. Y si por algún motivo ingresa en el ring, posteriormente se hace una ceremonia de limpia del  ring. Muay Thai está  muy unido a la religión, cultura y espiritualidad. Los alumnos que son aceptados como interinos en un campo de entrenamiento, deben pasar una temporada no inferior a 6 meses instruyéndose en el budismo dentro de un monasterio. Pasado  ese tiempo se realizará una ceremonia final  donde el alumno recibirá un amuleto para sus combates.

 El Muay Thai en la actualidad
Hay varios lugares en donde se celebran los eventos de Muay Thai. El  Estadio  Lumpini es el más conocido por la calidad de sus peleas. Este se inauguró en Bankog en 1956 y desde entonces hasta la fecha es reconocido mundialmente como la meca de los luchadores de Muay Thai. A él acuden personas de todo el mundo incluso peleadores del extranjero del más alto nivel, para medirse con los pioneros en este arte marcial que ha conquistado a muchas personas en todo el mundo. Su difusión  global le ha convertido en uno de los deportes de contacto más extendidos y su número de practicantes no deja de crecer. Los mejores campos de entrenamiento están en Tailandia, pero actualmente otros países pueden .competir en igualdad de condiciones. Los países bajos son cuna de muchos luchadores famosos como Ernesto Hoost, Peter Aerts  o el legendario Ramon Dekkers (8 veces campeón  del mundo) Una leyenda en Tailandia es el campeón Buankaw Por Pramuk, un luchador muy característico por su rapidez y la  potencia de sus patadas.

   



Más allá del Dojo: el arte de la suavidad

Se habla poco respecto a esta disciplina en nuestro país. No es un tema mediático ni mucho menos uno del que se hable en centros educativos. Lo cierto es que ignoramos un deporte, el cual está considerado como el padre de todas las Artes Marciales. Y no sólo eso: es una de las más antiguas formas de lucha.
En el Perú, si bien es cierto, se practica. Las artes marciales son ejercidas por ciertos grupos de la sociedad, además de ser admirada y seguida , pocos conocen la verdadera cara de este mundo.

El Jiu-Jitsu, cuyo origen se remonta a más de dos mil años en la India; impulsado en un inicio como un método de defensa contra los ataques de los depredadores o por malos elementos en nuestra hábitat natural; los cuales se disputan los motivos por el cual deseamos vivir: comida, agua y territorio. Así llegó a completarse en Japón.
‘La madre de todas las artes marciales’ como es conocida por sus expositores a nivel mundial, es llamada así debido a la complejidad que requiere esta disciplina, en la cual se ven involucradas absolutamente todo tipo de sistemas de combate modernos basados en la defensa "sin armas" de uno o más agresores, tanto armados como desarmados.

‘La responsabilidad divina’ como se le llama al hecho de conocer los derivados del Jiu Jitsu, hace del ser humano una persona disciplinada y preparada para la vida. Pasándole el resaltador por encima a la palabra vida. Erróneamente se cree que la madre de todas las artes marciales sirve sólo para defenderse. En realidad, te abre muchas puertas. La concentración, el nivel de confianza y autoestima de la persona que practica esta disciplina aumenta considerablemente.

Entre las especialidades de este deporte destacan las proyecciones, los barridos, luxaciones a ciertas partes del cuerpo e inmovilizaciones. Las estrangulaciones se hacen cuando el rival de turno ataca con maldad; nunca se debe especializarse en esta área a menos que no sea así. Esto es una deshonra para las artes marciales.
Y finalmente, los golpes con mano abierta y cerrada.

Las técnicas básicas incluyen principalmente golpes con los codos, patadas, rodillazos, esquivas, empujones, proyecciones y derribos.
Estas se originaron en métodos de batalla de los Bushi (guerreros japoneses clásicos), para hacer frente a otros guerreros Samurai con armadura. De aquí parte el énfasis en atacar con luxaciones, lanzamientos y estrangulaciones, más que fomentar el uso de golpes y patadas; ya que estos tenían mucha más ventaja sobre los guerreros japoneses clásicos.

El proceso de adaptación de los que deseaban aprender esta arte marcial dependía de la mentalidad de los estudiantes. Esto se fue dando mediante distintos sistemas desarrollados por los maestros para emplear tanto en el campo de batalla como para la vida cotidiana. Los sistemas se pueden clasificar como Katchu Bujutsu o Yoroi Kumiuchi (combatir con o sin armas, vestido en armadura) de la era Sengoku, que va desde el año 1467 hasta 1603, época en la cual la guerra civil japonesa involucraba a los terratenientes a someter a entrenamientos a los criados.

Según los registros históricos, las casas de los terratenientes eran adaptadas como Dojos para enfrentar a los invasores. Así Japón encontró arte tiñendo de sangre la tierra y llenando de honor a los victoriosos.

El legado más importante que el Jiu Jitsu le deja al mundo es sin lugar a dudas, la representación en un conjunto de normas de comportamiento y respeto hacia el Dojo. Para los estudiantes, el espacio destinado a la práctica y enseñanza de la meditación y/o las artes marciales tradicionales es el lugar más importante en el mundo. Un lugar en el cual sólo puedes encontrar la paz si realmente crees en ella. Los pensamientos negativos deben quedarse afuera, con tus zapatos. Al entrar, estas en tierra sagrada y no debes manchar el honor del Dojo o serás expulsado.

También queda mencionar el hecho de que el Jiu Jitsu, a pesar de ser el padre de todas las artes marciales, su práctica es exclusiva y poco conocida. No es un deporte olímpico, esto quizá puede desmotivar a los jóvenes a ser parte del mundo que involucra a esta disciplina. La inexistencia de trofeos de campeonato, contratos a largo plazo, insignias, emblemas o cualquier otro elemento de distracción es lo que atrae hoy en día a los muchachos. Esto es algo que este sagrado deporte no puede ofrecer. Sin embargo, el hecho de buscar la unión del cuerpo con espíritu te garantiza una vida llena de motivación para hacerle frente a los obstáculos. Pero seamos sinceros, esto no es algo que todos los jóvenes buscan. Hoy en día, los maestros de esta disciplina, consideran que el arte se debería apreciar mucho más que en aquellas épocas en las cuales era prácticamente de vida o muerte aprender el Jiu Jitsu (debido a los conflictos bélicos y a la falta de comunicación y educación) por lo que en cierta manera, no se molestan en hacer mediático el deporte mencionado.

Y así es como se resume todo. El Padre de todas las artes marciales encuentra en sus hijos la pureza y valentía de los verdaderos humanos, aquellos que aprecian el arte, responsabilidad y disciplina, son dignos partícipes de ese mundo. En nuestro país, el karate es la disciplina más practicada, pero, otra vez, se usa mayormente como arma y pocas veces para defenderse. La diferencia entre los japoneses de antaño y los de ahora es que estos aún conservan la pasión por la práctica y la dedicación para sacar adelante lo que de verdad quieren.



Y es que como muchos dicen, la verdadera lucha se libra siempre en nuestro interior.